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lunes, 31 de marzo de 2014

Grupo de Oración "La Nueva Unción" Domingo 23 de febrero 2014



Grupo de oración "La Nueva Unción" de la comunidad de Santa María Plainfield NJ, con la participación de nuestro hno Martín Zavala domingo 23 de febrero 20 14


Retiro parroquial de cuaresma 2014


Para escuchar hacer click aqui >>>Retiro parroquial de cuaresma 2014


Retiro parroquial cuaresmal 2014, con nuestro pastor y parroco el Padre Luis Gonzales en nuestra comunidad de Santa Maria Plainfiel NJ el sabado 29 de marzo de 2014

Domingo V de Cuaresma ciclo A - 6 de abril 2014



PRIMERA LECTURA

La antinomia muerte-vida no es tanto categoría de orden biológico cuanto definición de dos suertes de vida: la precaria y malograda, y la plena y bendecida. Los que militan en destierro y servidumbre están como en el sepulcro. El profeta no habla de resurrección, sino de vitalización para los que viven sin esperanza. El espíritu eterno, fuente de la vida, arrancará a su pueblo del botín de la muerte.

Lectura del Profeta Ezequiel 37,12-14.
Esto dice el Señor:
-Yo mismo abriré vuestros sepulcros,
y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío,
y os traeré a la tierra de Israel.
Y cuando abra vuestros sepulcros
y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío,
sabréis que soy el Señor:
os infundiré mi espíritu y viviréis;
os colocaré en vuestra tierra,
y sabréis que yo el Señor lo digo y lo hago.
Oráculo del Señor.

R/. Del Señor viene la misericordia,         la redención copiosa.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz:
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuentas de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora.
Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.


SEGUNDA LECTURA

La presencia del Espíritu Santo en el cristiano es precisamente lo que garantiza la resurrección corporal. Es, pues, improcedente plantearse una «espiritualidad» cristiana de espaldas al cuerpo, al mundo, a la Historia, a las realidades temporales.


Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 8,8-11.
Hermanos:
Los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros.
El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia.
Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

EVANGELIO

El que Jesús fuera el Mesías universal no le impedía ser un hombre como los demás; y así, era amigo especial de Marta, María y Lázaro. La resurrección de Lázaro podría ser interpretada como un favoritismo; pero las exigencias de la amistad son mayores que las razones aducidas por unos críticos implacables.
El Espíritu transformó el cuerpo muerto de Cristo en un cuerpo glorioso. El mismo Espíritu es el que transforma el pan y el vino en cuerpo y sangre del Señor y nos los ofrece como prenda de la resurrección que él realizará en el hombre. Los creyentes son dichosos porque saben por la fe que el que muere, «vivirá», «no morirá para siempre».


El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 11,1-45.
En aquel tiempo [un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. (María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera: el enfermo era su hermano Lázaro).]
Las hermanas le mandaron recado a Jesús, diciendo:
-Señor, tu amigo está enfermo.
Jesús, al oírlo, dijo:
-Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo entonces dice a sus discípulos:
-Vamos otra vez a Judea.
[Los discípulos le replican:
-Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?
Jesús contestó:
-¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz.
Dicho esto añadió:
-Lázaro, nuestro amigo; está dormido: voy a despertarlo.
Entonces le dijeron sus discípulos:
-Señor, si duerme, se salvará.
(Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural.)
Entonces Jesús les replicó claramente:
-Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de que no hayamos estado allí, para que creáis. Y ahora vamos a su casa.
Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos:
Vamos también nosotros, y muramos con él.]
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. [Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano.] Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
-Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.
Jesús le dijo:
-Tu hermano resucitará.
Marta respondió:
-Sé que resucitará en la resurrección del último día.
Jesús le dice:
-Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?
Ella le contestó:
-Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.
[Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja:
-El Maestro está ahí, y te llama.
Apenas lo oyó, se levantó y salió a donde estaba él: porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole:
-Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.]
Jesús, [viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, sollozó y] muy conmovido preguntó:
-¿Dónde lo habéis enterrado?
Le contestaron:
-Señor, ven a verlo.
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban:
-¡Cómo lo quería!
Pero algunos dijeron:
-Y uno que le ha abierto los ojos , a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?
Jesús, sollozando de nuevo, llegó a la tumba. (Era una cavidad cubierta con una losa.)
Dijo Jesús:
-Quitad la losa.
Marta; la hermana del muerto, le dijo:
-Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.
Jesús le dijo:
-¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?
Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:
-Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea para que crean que tú me has enviado.
Y dicho esto, gritó con voz potente:
-Lázaro, ven afuera.
El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo:
-Desatadlo y dejadlo andar.
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Reflexión de las lecturas según el Catecismo de la Iglesia Católica



Morir al pecado es empezar a participar de la resurreccion de Cristo”

I. LA PALABRA DE DIOS

* Ez 37,12-14: “Os infundiré mi espíritu y viviréis”

* Sal 129.1-4.6-8: “Del Señor viene la misericordia, la redención
copiosa”

* Rm 8,8-11: “El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los
muertos habita en vosotros”

* Jn 11,1-45: “Yo soy la resurrección y la vida”

II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO

* “El que cree en El tiene la vida eterna” significa que Jesús es el
único que da la vida y que quien la recibe, la
tiene precisamente por creer.

* Decir que “El es la resurrección y la vida” es lo suficientemente
importante como para respaldarlo con una
victoria sobre la muerte. Pero no sólo reservada para cuando la muerte ha
vencido ya al hombre (caso de
Lázaro), sino para que no domine del todo al hombre.

* La amistad entre Jesús, Lázaro y sus hermanas era de sobra conocida.
Pero no hace el milagro por eso, sino
porque creían en El. La fe, más que carta de recomendación para el
milagro, es requisito indispensable.

III. SITUACIÓN HUMANA

* Cuanto el hombre de hoy se afana por conseguir mayores cotas de libertad,
de justicia y de bienestar se siente
mejor consigo mismo y se convence de que sus posibilidades de futuro deben
ser potenciadas al máximo. Las
grandes conquistas en el campo científico y cultural le estimulan para
seguir creyendo en el mañana. Si esto lo
trasladamos al campo social, no cabe duda de que se han dado pasos
importantísimos. Y siempre queda mucho
por conquistar. Es una prueba de que el hombre mira hacia adelante.

IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe

_ La fe en Jesús y la fe en la resurrección:
“Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona:
``Yo soy la resurrección y la vida'' (Jn 11,25). Es
el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan
creído en él y hayan comido su cuerpo y
bebido su sangre. En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la
resurrección devolviendo la vida a
algunos muertos, anunciando así su propia Resurrección que, no
obstante, será de otro orden” (994).
_ Los signos del Reino de Dios: 547. 548. 549. 550.
_ Libertad, necesidad y perseverancia en la fe: 160. 161.  162.

* La respuesta

_ La conversión del corazón, principio de una vida nueva:
“``Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia'' (Rm 5,20). Pero
para hacer su obra, la gracia debe descubrir
el pecado para convertir nuestro corazón y conferirnos ``la justicia para
vida eterna por Jesucristo nuestro Señor''
(Rm 5,20-21). Como un médico que descubre la herida antes de curarla,
Dios, mediante su palabra y su espíritu,
proyecta una luz viva sobre el pecado” (1848; cf 1888).
_ La oración de Jesús: 2604.

* El testimonio cristiano

_ “La conversión exige el reconocimiento del pecado, y éste, siendo
una verificación del Espíritu de la verdad en
la intimidad del hombre, llega a ser al mismo tiempo el nuevo comienzo de la
dádiva de la gracia y del amor:
``Recibid el Espíritu Santo''. Así pues, en este convencer en lo
``referente al pecado'', descubrimos una ``doble
dádiva'': el don de la verdad de la conciencia y el don de la certeza de
la redención. El Espíritu de la verdad es
el Paráclito (Juan Pablo II, DeV 31)” (1848).

La fe de Marta y la de quienes la acompañaban a ella no puede ser sólo
en Lázaro en cuanto resucitado, sino
porque Jesús es la Resurrección. Ha roto las ataduras de Lázaro,
pero a nosotros nos libra de las ataduras del
pecado y de la muerte.




martes, 25 de marzo de 2014

Domingo IV del Tiempo de Cuaresma ciclo A - 30 de marzo de 2014




PRIMERA LECTURA

El rey es advenedizo en el pueblo de Dios. Llegó a legitimarse cuando se hizo signo del Dios liberador y portador de esperanza: un mesías que anuncia al Mesías. Cuando lo ha señalado el carisma o la unción, el rey es reconocido por el pueblo. Reconoce así, no restrictivamente a una persona, sino al espíritu de Dios que en ella se manifiesta. David es señalado por un carismático y ungido; así después su dinastía (II Sam 7). El mesianismo real se apoya ahí.

Lectura del primer libro de Samuel 16,1b. 6-7. 10-13a.
En aquellos días, dijo el Señor a Samuel:
-Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.
Cuando se presentó vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante el Señor su ungido.
Pero el Señor dijo a Samuel:
-No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo lo he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón.
Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo:
-A ninguno de éstos ha elegido el Señor.
Preguntó, pues, Samuel a Jesé:
-¿No quedan ya más muchachos?
El respondió:
-Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.
Dijo entonces Samuel a Jesé:
-Manda, que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.
Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia.
Dijo el Señor:
-Levántate y úngelo, porque éste es.
Tomó Samuel el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos.


SALMO RESPONSORIAL
Sal 22,1-3a. 3b-4. 5. 6


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor,
nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis 'fuerzas.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.



SEGUNDA LECTURA
La fe exige del cristiano una nítida transparencia de su vida. Hay, pues, que dejar de lado esas actitudes hipócritas, recelosas o diplomáticas, que sofocan la franqueza necesaria para la proclamación profética del Mensaje.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5,8-14.
Hermanos:
En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz (toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz) buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien poniéndolas en evidencia. Pues hasta ahora da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo lo descubierto es luz. Por eso dice: «Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz.»


EVANGELIO
A veces los dirigentes y poderosos abusan de su autoridad queriendo someter a riguroso control aduanero todas las manifestaciones del Espíritu, sobre todo si los beneficiarios pertenecen a las clases humilladas.
La resurrección ha convertido a Jesús en Luz de todos los humanos. Cada Eucaristía nos proporciona la oportunidad de contrastar nuestra visión con la mirada que Dios tiene del mundo, tal y como se ha manifestado en Cristo. Ser participantes de la luz nos obliga a caminar iluminando, poniendo en evidencia las obras de las tinieblas, denunciándolas, para que se caiga en la cuenta de la oportunidad de ver que se ofrece a todos.

El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 9,1-41.
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.
[Y sus discípulos le preguntaron:
-Maestro, ¿quién pecó: éste o sus padres, para que naciera ciego?
Jesús contestó:
-Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día tengo que hacer las obras del que me ha enviado: viene la noche y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
Dicho esto,] escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo:
-Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).
El fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban:
-¿No es ése el que se sentaba a pedir?
Unos decían:
-El mismo.
Otros decían:
-No es él, pero se le parece.
El respondía:
-Soy yo.
[Y le preguntaban:
-¿Y cómo se te han abierto los ojos?
El contestó:
-Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé y empecé a ver.
Le preguntaron:
-¿Dónde está él?
Contestó:
-No sé.]
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. (Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos.) También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
El les contestó:
-Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
Algunos de los fariseos comentaban:
-Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.
Otros replicaban:
-¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego:
-Y tú ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?
El contestó:
-Que es un profeta.
[Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:
-¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
Sus padres contestaron:
-Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse.
Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos: porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: «Ya es mayor, preguntádselo a él.»
Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:
-Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.
Contestó él:
-Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.
Le preguntan de nuevo:
-¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?
Les contestó:
-Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso: ¿para qué queréis oírlo otra vez?, ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
-Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene.
Replicó él:
-Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene, y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento, si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.]
Le replicaron:
-Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?
Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
-¿Crees tú en el Hijo del hombre?
El contestó:
-¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
Jesús le dijo:
-Lo estás viendo: el que te está hablando ése es.
El dijo:
-Creo, Señor.
Y se postró ante él.
[Dijo Jesús:
-Para un juicio he venido, yo a este mundo: para que los que no ven, vean, y los que ven, se queden ciegos.
Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron:
-¿También nosotros estamos ciegos?
Jesús les contestó:
-Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.]




 Reflexión segón el Catecismo de la Iglesia Católica

Los bautizados estamos iluminados por Cristo para no caminar ni a ciegas
ni en tinieblas”

I. LA PALABRA DE DIOS

* 1S 16,lb.6-7; 10-13a: “David es ungido rey de Israel”

* Sal 22,1-6: “El Señor es mi pastor, nada me falta”

* Ef 5,8-14: “Levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz”


* Jn 9,1-41: “Fue, se lavó, y volvió con vista”

II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO

* El más pequeño de los hermanos, David, no contaba en los planes de
nadie.  Pero sí en los de Dios.  Y fue
elegido. No hemos buscado nosotros a Dios, es Él el que ha salido a
nuestro encuentro.

* Cuando los judíos expulsan al ciego de la sinagoga, Jesús le sale al
encuentro.  Y llega entonces la luz de la fe:
“¿Crees tú en el Hijo del Hombre?... El que estás viendo...ese
es”. El que es elegido no puede tener otra actitud
que la de la incondicionalidad. Sale de la tiniebla se encuentra con la luz:
Cristo.

* Cristo se llama a sí mismo Luz del mundo. Pero esto no se limita a la
curación de un ciego. En él estamos
representados todos los que caminamos en medio de tinieblas, y necesitamos de
su luz. De lo contrario, seríamos
ciegos guiando a ciegos.

III. SITUACIÓN HUMANA

* Nuestro mundo de hoy valora extraordinariamente la imagen. Hoy preocupa
ante todo que la apariencia
exterior esté bien cuidada; que quien tenga que desempeñar una
función, no fracase nunca por “cuestión de
imagen”. Hay que mimar las apariencias, aunque lo profundo e íntimo se
abandone.

* Hoy preferimos encubrir los defectos antes que corregirlos, disimular
más que remediarlos. Cuando irrumpe en
la vida una luz que pueda arreglar situaciones, puede ocurrirnos como cuando
salimos de un lugar oscuro y nos
topamos con la luz: que nos duelen los ojos. Hoy, ¿acabará
dañándonos cualquier luz profunda?

IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe

_ Cristo, revelación del Padre y misterio de Redención:
“Toda la vida de Cristo es Revelación del Padre: sus palabras y sus
obras, sus silencios y sus sufrimientos, su
manera de ser y de hablar. Jesús puede decir: ``Quien me ve a mí, ve al
Padre'' (Jn 14,9), y el Padre: ``Este es mi
Hijo amado; escuchadle'' (Lc 9,35)” (516).
_ “Toda la vida de Cristo es Misterio de Redención. La Redención
nos viene ante todo por la sangre de la cruz,
pero este misterio está actuando en toda la vida de Cristo” (517; cf
528-530).
_ Cristo, luz de los pueblos: 748.

* La respuesta

_ El Bautismo, baño de iluminación:
“Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta
enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado...
Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, ``la luz verdadera que ilumina a
todo hombre'' (Jn 1,9), el bautizado,
``tras haber sido iluminado'' (Hb 10,32), se convierte en ``hijo de la luz''
(1 Ts 5,5), y en ``luz'' él mismo (Ef 5,8)”
(1216).
_ Ceguera e injusticia: 1740.
_ La duda en la fe puede llevar a la ceguera del espíritu: 2088.

* El testimonio cristiano

_ “Quedaremos iluminados, queridos hermanos, si tenemos el colirio de la
fe.  Porque fue necesaria la saliva de
Cristo mezclada con tierra para ungir al ciego de nacimiento. También
nosotros hemos nacido ciegos por causa de
Adán, y necesitamos que el Señor nos ilumine... Piensa que también
iluminó a los ciegos” (San Agustin, Ev. S.
Juan, 34).

Los que preguntan al ciego no están buscando respuestas; están
descartando a Jesús como luz. Y así no puede
ser reconocido. Sólo el que se deja orientar por su luz, llega a Él.