Bienvenidos al Ministerio de Evangelización "El Buen Pastor"

Este web a sido creado con la intención de dar a conocer las maravillas de Nuestro Señor Jesucristo, lo que hace en nuestras vidas a nivel personal, como grupo y comunidad. Recora y mire nuestras actividades, documentales de nuestra fe, videos y audio conferencias de nuestra comunidad y de otros hermanos en la fe y de otras comunidades. Que Dios te Bendiga y el Fuego del Espiritu Santo se derrame en tu vida y en la te tu familia. Amen








La Santa Sede

La Santa Sede
Documentos del Magisterio, Audiencias papales, actividades del papa, Textos fundamentales como; La Santa Biblia, El Concilio Vaticano II, El Catecismo de la Iglesia Católica, El Compendio del Catecismo, El Derecho Canonico y mucho más......

Camino de Discípulo - Audios enseñanzas de crecimiento espiritual

Estudio Biblico Otorgado por ApologeticaCatolica.org

Estudio Biblico Otorgado por ApologeticaCatolica.org
Empeñémonos en conocer a Yavé. Oseas 6,3. Haga Clik en la Foto para ver los temas.

viernes, 4 de septiembre de 2015

"En tu presencia cada día" - para el sábado 5 septiembre 2015

SÁBADO DE LA SEMANA XXII
De la Feria. Salterio II

5 de septiembre 


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIOAnt. Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso. 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: SEÑOR YO SÉ QUE EN LA MAÑANA PURA.
Señor, yo sé que, en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa,
porque todo tuviera su figura.

Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos de la altura.

Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto,
y en la ribera sin temblor del río;

por eso yo te adoro, mudo y quieto,
y por eso, Señor, el dolor mío
para llegar hasta ti se hizo soneto. Amén.
SALMODIAAnt 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu fidelidad.Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu fidelidad.

Ant 2. Dad gloria a nuestro Dios.
Cántico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU PUEBLO Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como sereno sobre el césped;
voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.

Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.

Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿no es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?

Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:

Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue la parte de su heredad.

Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.

Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.

El Señor solo los condujo
no hubo dioses extraños con él.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dad gloria a nuestro Dios.

Ant 3. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
LECTURA BREVE   Rm 12, 14-16a
Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin apetecer grandezas; atraídos más bien por lo humilde.
RESPONSORIO BREVEV. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.

V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.PRECESCelebremos la sabiduría y la bondad de Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en los que sufren, y supliquémosle insistentemente diciendo:

Señor, acrecienta nuestro amor.

Al recordar esta mañana tu santa resurrección,
te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a todos los hombres.

Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano
y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.

Enséñanos, Señor, a descubrir tu imagen en todos los hombres
y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.

Cristo, Señor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos,
haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea glorificado nuestro Padre que está en el cielo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...

ORACION
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor, y ya que toda nuestra existencia es un don gratuito de tu liberalidad, haz que también cada una de nuestras acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.CONCLUSIÓNV. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.


Sábado de la vigésima segunda semana del tiempo ordinario

Carta de San Pablo a los Colosenses 1,21-23. 
Antes, a causa de sus pensamientos y sus malas obras, ustedes eran extraños y enemigos de Dios.
Pero ahora, él los ha reconciliado en el cuerpo carnal de su Hijo, entregándolo a la muerte, a fin de que ustedes pudieran presentarse delante de él como una ofrenda santa, inmaculada e irreprochable.
Para esto es necesario que ustedes permanezcan firmes y bien fundados en la fe, sin apartarse de la esperanza transmitida por la Buena Noticia que han oído y que fue predicada a todas las criaturas que están bajo el cielo y de la cual yo mismo, Pablo, fui constituido ministro.



Salmo 54(53),3-4.6.8. 
Dios mío, sálvame por tu Nombre,
defiéndeme con tu poder.
Dios mío, escucha mi súplica,
presta atención a las palabras de mi boca.

Pero Dios es mi ayuda,
el Señor es mi verdadero sostén:
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
daré gracias a tu Nombre, porque es bueno




Evangelio según San Lucas 6,1-5. 
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos fariseos les dijeron: "¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?".
Jesús les respondió: "¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre,
cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?".
Después les dijo: "El hijo del hombre es dueño del sábado". 

Col. 1, 21-23. A quienes vivíamos lejos del Señor y sin la esperanza que le daba al Pueblo elegido de disfrutar de la salvación, Dios nos llamó, en Cristo Jesús, reconciliándonos mediante su muerte, para que también nosotros fuésemos presentados como una ofrenda santa, inmaculada e irreprensible ante Dios, participando así de la misma entrega del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Puesto que, por pura gracia, hemos sido hechos partícipes de la Vida que en Cristo Dios ofrece a todo el mundo, procuremos que esa gracia no caiga en nosotros como en sacos rotos, o vasijas agrietadas que no pueden retener el agua. Permanezcamos firmes en nuestra profesión de fe, hecha no sólo con los labios, sino manifestada también con nuestra vida convertida en un testimonio de que el Señor habita en nosotros y de que nosotros somos, en Cristo, hijos de Dios. Es cierto que constantemente nos acecharán infinidad de tentaciones queriendo hacernos tropezar y apartar del camino recto; por eso hemos de permanecer constantemente vigilantes y, sabedores de nuestras propias miserias, hemos de estar, también, en una constante conversión que nos conduzca a una unión más plena con el Señor, para poder convertirnos en ministros puestos al servicio del Evangelio, mediante lo cual colaboremos para que todos recobren la esperanza y se esfuercen en vivir, con un compromiso de lealtad, la fe que han o hayan de depositar en Cristo.

Sal. 53. Gracias sean dadas a Dios nuestro Padre, ya que por medio de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, nos ha liberado de la mano de nuestros enemigos. Quien acude al Señor y en Él confía, jamás se sentirá defraudado, pues por los huesos del justo vela Dios y Él salva a quienes le viven fieles. Por eso acudamos al Señor con una oración sincera, no sólo para pedirle su protección y ayuda, sino también para escucharle y poner en práctica su Palabra; entonces, en verdad, seremos amigos de Dios y Él hará su morada en nosotros.

Lc. 6, 1-5. Las prescripciones legales habían llegado a tal grado que indicaban que quien cortara espigas en sábado, siendo peregrino, podía comerse los granitos uno a uno, pero no podía restregar la espiga entre las manos, pues eso sería tanto como ponerse a trabajar, lo cual no se permitía en Sábado. Para quien vive en Cristo lo más importante es el hombre, velar por él, por su bienestar, hacerle el bien y no el mal. Pues de nada aprovecha el sentarse ritualmente en Sábado para después dedicarse a hacer el mal y a provocar injusticias en los demás días. Ya el Señor había denunciado este mal por medio del profeta Amós poniendo en boca de los malvados el siguiente discurrimiento: ¿Cuándo pasará el novilunio para poder vender el grano, y el sábado para dar salida al trigo, para achicar la medida y aumentar el peso, falsificando balanzas de fraude, para comprar por dinero a los débiles y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano? El Señor, dueño del sábado, nos invita llegar a él como a un día que le consagramos para permanecer en su presencia procurando el bien de todos y poder llegar a la posesión del Sabath eterno, al cual entraremos después de haber trabajado haciendo el bien y no sólo quedándonos en exterioridades que nos dejarían muy lejos del Señor y de su Descanso.

En esta Eucaristía el Señor nos hace participar de su Pan, Pan de vida eterna, que no está ya reservado a nadie. Todos podemos entrar en comunión de vida con el Señor. Celebrar la Eucaristía es vivir por anticipado la Gloria que nos espera en el gozo eterno junto a Dios donde ya no habrá fatigas, ni luto ni llanto, sino sólo gozo y paz en el Señor. Por eso aprendamos a esforzarnos continuamente para que el Reino de Dios llegue a todos. Contemplemos a Cristo que por nosotros subió a la Cruz para reconciliarnos a todos con Dios y hacernos hijos suyos. Contemplémoslo lleno de la Gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, ya que, después de padecer por nosotros, ahora vive, resucitado y glorificado para siempre. Participar de la Eucaristía nos compromete a caminar hacia la participación de esa misma glorificación siguiendo las mismas huellas de Cristo, pues para llegar a donde Él ya nos precedió, es necesario que tomemos nuestra propia cruz de cada día y vayamos tras de Él.

Encontrándonos con el Señor no podemos llegar a su presencia para pasar sólo un momento de paz interior ante Él. Venimos a comprometernos a que, mientras Él vuelva, fortalecidos con el Pan de Vida, y participando del mismo Espíritu Santo, velaremos por el bien de nuestros hermanos. En este hacer el bien jamás nos daremos descanso. El Reino de Dios sufre violencia, y sólo los violentos, los esforzados, van a lograr apoderarse de él. Por eso, día a día, momento a momento, debemos anunciar el Evangelio a todos los hombres; y esa proclamación la llevaremos a cabo mediante nuestras palabras, obras, actitudes y mediante nuestra vida misma. No anunciemos un evangelio que esclavice a quienes lo acepten queriendo hacerlos cumplir con detalles que nada tienen que ver con la fe. Enseñémosles a amar a Cristo, a unir su vida a Él mediante la Liturgia que nos hace partícipes, ya desde ahora, de los bienes eternos; enseñémosles a amar a todas las personas, sin distinción, de tal forma que haya esa preocupación constante de unos por otros para que, haciéndose realidad entre nosotros el amor fraterno, podamos construir un mundo más justo, más fraterno que, ya desde ahora, se convierta en un reflejo de lo que es la eternidad junto a Dios. El Señor, sin distinción, nos llama para que participemos de su vida y permanezcamos en una fe firme, no endeble; en una esperanza que nos haga convertirnos día a día, en un Evangelio viviente del amor del Padre; y en un amor verdadero que nos haga, no poner trabas ni límites a ese amor, sino que, no sólo demos palabras y explicaciones bien elaboradas del Evangelio, sino incluso nuestra propia vida para que todos tengan vida, y la tengan en abundancia.

Que Dios nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de hacer el bien en todo momento y en toda circunstancia; pues en esta labor no podemos darnos descanso alguno, recordando lo que nos advierte el Señor: Mientras uno duerme el enemigo siembra la cizaña. No permitamos que por nuestros descuidos en lugar de convertirnos en luz para el mundo, lo dejemos a la deriva en sus tinieblas y tropiezos. Que Dios nos conceda estar, más bien, siempre al servicio de su Evangelio. Amén.



No hay comentarios: